
La historia del castillo se remonta a la época hitita, cuando se excavaba en las rocas para crear refugios y guaridas en tiempos de guerra. Más tarde, sirvió de fortaleza defensiva y refugio a romanos, bizantinos, selyúcidas y otomanos. Los primeros habitantes de la ciudad empezaron a vivir en el castillo y, a medida que la población crecía, se construyeron nuevas casas adosadas a lo largo de las laderas.
Con unos 86 metros de altura y situado a 1.200 metros sobre el nivel del mar, el castillo de Ortahisar ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de Ürgüp, Avanos y Göreme. Subir a la cima puede ser un reto, pero la vista de los valles y pueblos de abajo es absolutamente gratificante.
En el interior del castillo, una red de túneles, habitaciones y pasadizos revela cómo vivían, almacenaban bienes y encontraban seguridad en la roca. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de acogedores cafés construidos dentro o alrededor del castillo mientras admiran el mágico paisaje de Capadocia.
El castillo de Ortahisar se alza como una gema silenciosa sobre la ciudad, un puente atemporal entre el pasado y el presente de Capadocia, donde la historia y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía. 🌅